Manchester en un día

Manchester es una de las ciudades más importantes del Reino Unido, y aún siendo una ciudad increíble para vivir, con tres universidades y muchísima movida tanto musical, cultural y de ocio, tiene ante todo una gran ventaja: Es muy pequeña. Puedes recorrer Manchester (centro) de punta a punta en algo menos de media hora. En este artículo te dejamos una pequeña guía para que veas todo lo que esta ciudad puede ofrecer en tan solo un día.

Empieza tu día en Picadilly Gardens, el corazón de Manchester. Lo primero que deberás hacer, nada más empezar, es comerte un buen desayuno inglés. No recomendable para todos los días, pero si quieres empezar la mañana con energía, no hay nada mejor que huevos, salchichas, bacon, tomate, champiñones y morcillita acompañado de tostadas con mantequilla. ¡Casi nada! Uno de los mejores sitios para hacerlo es el Bar KRO, en los jardines de Picadilly. Lo reconocerás por su terraza y ¡porque tiene un letrero enorme!

 

Pásate por el centro de atención turística que hay en la esquina de Picadilly y coge un mapa, ¡Son gratis! Podrás explorar el centro de la ciudad, a partir de Picadilly y a lo largo de Market Street (Peligroso si te gustan las compras). Llega a Exchange Square y contempla la Noria, casi igual de grande que el London Eye. Justo detrás de ella, está el bar con la cerveza más barata de Manchester: el Oyster Bar. Es también uno de los edificios más antiguos de la ciudad. Justo detrás del mismo, visita la Catedral de Manchester. Es pequeña, pero preciosa.

Pasea por los jardines y entra en el Printworks, un centro de ocio que es como una calle-túnel cerrada por arriba, con bares, restaurantes y un cine. Es bonito verlo. Cuando salgas por el otro lado llegarás al Northern Quarter, el barrio más alternativo de Manchester. Cuidado aquí, ¡Riesgo de compras! Tiendas de discos, de ropa de segunda mano y de marcas jóvenes. Si tienes tiempo puedes visitar el Affleck Palace, una especie de Camdem Town resumido en un edificio de 5 plantas. Si entras, estás perdido, no verás el resto de Manchester.

 

Baja por Oldham Street hasta llegar de nuevo a Picadilly Gardens y sigue recto hasta llegar al Gay Village. Es sólo una calle, pero la misma va acompañada del canal, y siempre hay terracitas llenas de gente, incluso uno de los barcos del canal hace las veces de bar. Cuando termines la calle gira a la derecha hacia China Town, también muy pequeñito, pero si te apetece comer chino o japonés es el lugar perfecto.

Sal de China Town en dirección a Albert Square, la plaza del Ayuntamiento y admira el precioso edificio que parece sacado de una película de Harry Potter. La Biblioteca también merece, aunque sea, una ojeada por fuera.

Baja hasta la calle Deansgate, la más larga de Manchester, llena de tiendas de algo más nivel y restaurantes del mismo tipo, y visita la Jhon Ryland Library. Un edificio precioso, tanto por dentro como por fuera. Lo reconocerás en medio de toda la modernidad de cristales y acero de Deansgate porque tiene gárgolas y es el edificio más antiguo de toda la calle.

Bajando Deansgate al final a la derecha podrás visitar Castlefield, la zona, en mi opinión, más bonita de Manchester; con su canal, sus puentecitos y sus casitas de ensueño… Puedes pararte a tomarte algo en alguna de sus terrazas: una cerveza fresquita si hace bueno, o un café si hace malo.

Y aunque parezca increíble ya has visto todo lo que merece la pena ver en esta ciudad, pequeña pero llena de vida. Obviamente si entras en todas las tiendas o quieres visitar alguno de los muchos museos o galerías de arte que no hemos mencionado en este artículo, necesitarás más de un día para hacerlo, pero si sólo vas en busca de lo esencial, esta guía es perfecta.

 

Siempre podrás alquilar un coche y pasearte por otras preciosas ciudades vecinas, como Chester, Liverpool o York, cada cual diferente y con más encanto inglés. Como dato curioso diremos que las callejuelas de York se rodaron las escenas del callejón mágico de Harry Potter!